IDEA FIJA
A mi también me gustan los gatos. Las gatas, más que nada. Me gustan porque son más putas que el resto de las hembras impasibles y quietas para ser montadas.
Cuando están en celo, van de tejado en tejado arrastrando el coño por los techos mismos, aullando lamentos en medio de la noche.
Tú eres así, una gata en celo que me restriega el sexo en la cara. Me pones a mil con tu cara de ir a coger. Tu cara de sucia, desequilibrada. Bordeando el desespero, pidiendo por una caricia obscena y desmedida.
Por eso tu rostro, tu cuerpo está siempre dibujado en todas mis fantasías, cualquier mujer que yo haya deseado, que yo me haya cogido o querido coger, se parece a ti. A ti, esa noche en la que él y yo te acariciamos las tetas y te mamamos el coño como harían pequeñas fierecillas hambrientas en las tetas de su propia madre. El y yo a la vez. Tu grieta; el cielo mismo.
Tú eres así, una gata en celo que me restriega el sexo en la cara. Me pones a mil con tu cara de ir a coger. Tu cara de sucia, desequilibrada. Bordeando el desespero, pidiendo por una caricia obscena y desmedida.
Por eso tu rostro, tu cuerpo está siempre dibujado en todas mis fantasías, cualquier mujer que yo haya deseado, que yo me haya cogido o querido coger, se parece a ti. A ti, esa noche en la que él y yo te acariciamos las tetas y te mamamos el coño como harían pequeñas fierecillas hambrientas en las tetas de su propia madre. El y yo a la vez. Tu grieta; el cielo mismo.
Estabas húmeda como te pones. Estabas, debajo de tus nalgas, como te pones a la hora de la cama. Con ése maullar de puta en celo que nunca se sintió más animal. No me puedo sacar esa imagen de la cabeza….Es como una idea fija, y se me ha clavado entre pierna y pierna.
